miércoles, abril 07, 2010

Carrera armamentista


Los enanitos de jardín
absorben los vicios humanos
y crecen a la par de los hongos.
La adrenalina se hace esquiva
entre pinceles esmerilados,
un ojo artificial gotea
el tráfico pulposo de las miradas.
Alguien dispara su arma de juguete
contra un origami
hecho de papel ecológico
y juega a las escondidas
con sus propios fantasmas.